dimarts, 24 de gener del 2012

Bolaño y la ciudad perdida.

Cuando de
cidí vol
ver,
diguámos salir a la superficie,
sumer
gir
me de nuevo,
en ese asfixiante
ce
lofán
que hoy nos
envuel
ve
en la ciudad dormida;
fue     quizás
por no perder
sen
sa
ciones de
una ciudad que se nos va,
acaso si no se fué ya.   Y 
que en este lento re
surgir
al  que me com
prometí ,
cayó en mis manos
un libro de poemas
de uno de los per
sonages que más tuvo y re
tuvo de
esa ciudad perdida,      y
que yo man
tuve y re
tuve siempre en mente,
en ese largo aislamiento.
Creo que nadie como él,
refleja y re
trata como yo  hubiera, 
o mejor dicho, como yo había
intuido y querido expresar, aquella ciudad 
extraviada ,
la que me comprometi  y re
nuncié a re
tratar,
en aquel in
terminable poema ,
re
lato
sin fin,
en aquella in
alcanzable opera
prima
que nunca terminó, que
nunca se acabó.      Y
que ahora
se me aparece de nuevo
en este amanecer,
que deja entre
ver ,
tras cristales em
pañados cual  galeria
humedecida del en  
sanche  agonizan
te de
la ciudad traicionada.
Esa ciudad que no fue,
esa ciudad que se fue,
esa ciudad que tanto nos costó,
me costó
asumir.
Esa ciudad que un dia
quise y no supe, o
no pude des
cribir.
En esa lenta y larga agonia,
a la que nos a
costumbró, nos a
costumbramos. En
esa  in
acabable e in
descifrable narración, a
la que nos eclavizámos
y nos per
sigue sin fin, en
la que todos o,
quizás algunos
murámos.
La que todos quizás
dejemos y
olvidemos.


SergioCrespo





esbozos 
escogidos del libro
La Universidad Desconocida.
Recopilatorio elaborado por el mismo autor
Anagrama.Narrativas Hispánicas.
Barcelona 2007









La sangre coagulada en un vidrio horizontal.
Agradable agradable agradable
como Barcelona a mediados del 79
Asuntos trovados por Joan Airas te ocupan ahora
Pobre y libre y paranoico
El único bulto oscuro cercano a tu hecho
es la mochila
Ruego a Dios que no te enfermes




Es de noche y estoy en atla zona alta
de Barcelona y ya he bebido
mas de tres cafés con leche
en compañia de gente que no
conozco y bajo una luna  que a veces
me parece tan miserable y otras
tan sola y tal vez no sea
ni una cosa ni la otra y yo
no haya bebido café sino coñac y coñac
y coñac en un restaurante de vidrio
en la zona alta y la gente que
creí acompañar en realidad
no existe o son rostros entrevistos
en la mesa vecina a la mia
en donde estoy solo y borracho
gastando mi dinero en uno de los límites
de la universidad desconocida.


Roberto Bolaño









seguirá....